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Cuando la identidad caduca

 

 

Hace algunos ayeres trabajé en Burger King y, durante la inducción, el gerente me iba explicando la caducidad de los productos. Hamburguesas, chiken fingers, papas, ensaladas, etc, todo lo que ha sido preparado y no vendido, en determinado periodo de tiempo, debe ser desechado, y se dice que murió.  No acababa de salir de mi asombro de como todos los productos, en perfecto estado, mueren, cuando tuve que entrar al almacén y me encontré tremenda caja con la leyenda ARCHIVO MUERTO. Lo primero que pensé fue que si no tenía cuidado hasta a mí me pondrían una etiqueta en la frente que dijera: EMPLEADA MUERTA.

Al pasar de los años esta anécdota me sigue haciendo sonreir, pero no creí que esta filosofía de expirar se extendiera incluso a la identidad. Cuando tuve que realizar un trámite en el banco saqué mi credencial de elector y no me quisieron realizar mi trámite bajo el argumento de que ya no podía votar con ella. Mi argumento fue, no porque no puedo votar dejo de ser yo. Además de que yo no fui a votar, si no a sacar dinero. Sobra decir que mis argumentos no fueron ni escuchados ni atendidos.

Todo esto me hizo reflexionar el cómo, más allá de estar en la era de la tecnología, estamos en la era de las identidades que caducan. Para la sociedad dejas de ser quien eres cuando no estás a la moda, o no cumples con las expectativas de tu edad, dejar de pertenecer pareciera ser el mal de este siglo.

¿Qué sucede que nos compramos nuestra ausencia de identidad para perdemos en lo que hacemos o dejamos de hacer?  Etiquetas, etiquetas y más etiquetas es lo que abunda en nuestro entorno. En lo personal nunca me gusta firmar con mi nivel de estudios, con mis alumnos no pongo atentamente mtra fulanita de tal, porque yo no me llamo mtra, tengo ese grado de estudios, pero no soy ese grado, cuando ejercí el cargo de jefatura de claustro, tampoco me gustaba firmar como jefe de claustro, porque yo no soy el cargo que ocupo. Si me identifico con lo que hago, entonces cuando lo deje de hacer ¿quién voy a ser? ¿Dónde me voy a encontrar?

Me gusta sólo firmar Soraya, a lo mucho mis apellidos, porque me gusta aquello del Chelala, jejeje, y me cacho a mí misma identificándome con mi apellido, con mi ascendencia libanesa, pero esfuerzo tengo que hacer en no identificarme tampoco con eso. Puede que mi historia, lo que hago, el entorno en el que me desenvuelvo, tengan cierta influencia en lo que soy y en lo que me voy convirtiendo, pero también tengo muy claro, que, todos los seres humanos somos más que nuestra historia, lo que hacemos, el entorno en que nos desenvolvemos. Yo le doy identidad al cargo que ocupo, a todo lo que hago y lo que no hago. Lo que hago y cómo lo hago es una expresión de mí.

Que difícil y bello es todo esto. Difícil porque implica una responsabilidad de asumir todo lo que me corresponde como propio de mí ser, lo lindo y lo no tan lindo; y bello porque entonces no hay ataduras.

Sory R.Chelala. 

 

 

Derechos Reservados. (C), Soraya Irinea Ramírez-Chelala Hernández, Naucalpan Edo de México, 2014.

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